¿Sabías que en la Edad Media en algunas ciudades de Europa no se permitía el uso de carruajes de caballos por la noche para controlar el nivel de ruido? En la actualidad, las autoridades no conceden tantos cuidados a la población que está en constante contacto con sonidos que exceden los 55 dB (A).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que aproximadamente la mitad de los europeos vive en zonas de gran contaminación sonora exponiendo a su salud a graves peligros. Para tratar de revertir esta situación la OMS ha elaborado una guía con el fin último de concienciar y proteger sobre los efectos del ruido urbano.
Pérdida de audición
El efecto más conocido sobre la exposición a un ambiente ruidoso. Se produce en una banda de frecuencias de 3 000 a 6 000 Hz e incluso en periodos prolongados tiene lugar incluso en frecuencias inferiores.
Esta deficiencia auditiva es una de las limitaciones sociales más graves porque afecta directamente a la capacidad de comunicación
La principal consecuencia social de la deficiencia auditiva es la incapacidad para comprender correctamente lo que se habla en una conversación. Al contrario de lo que se cree, no entender lo que se escucha se produce con valores mínimos de sordera.
Entre los grupos más vulnerables a estas interferencias auditivas se encuentran los ancianos pero también los niños, en proceso de aprendizaje de la lengua y aquellos que tratan de familiarizarse con un idioma extranjero.
Efectos sobre el sueño
Suelen no asociarse con el exceso de ruido. Existen los de tipo primario que afectan al individuo mientras está durmiendo: interrupciones del sueño, cambios en la presión arterial y en la frecuencia cardíaca, incremento del pulso, vasoconstricción, variación en la respiración, arritmia cardíaca y mayores movimientos corporales.
Los secundarios, son los que se perciben al día siguiente, como sueño, fatiga, depresión o falta de rendimiento.
Sobre las funciones fisiológicas
Los altos niveles de sonido incrementan la probabilidad de desarrollar efectos temporales e incuso permanentes de hipertensión y problemas asociados al corazón.
Efectos sobre la conducta
Por sorprendente que parezca, el ruido por encima de 80 dB(A) hace mella en la actitud cooperativa de una persona, en su afabilidad y en su actitud que se vuelve más agresiva. Incluso la exposición continua a ruidos de alto nivel puede incrementar la susceptibilidad de los escolares a sentimientos de desamparo.
En estos entornos sonoramente ‘hostiles’ es necesario que sigamos unas pautas de comportamiento adecuadas para reducir y evitar el ruido, así como hacernos con unos tapones específicos a modo de protección.