Existen bares y restaurantes en los que si cierras los ojos creerás estar en el patio de un colegio o en medio de una obra. El ruido excesivo inunda estos espacios disminuyendo así la calidad del servicio que te ofrecen. Es por ello que, la Asociación Clave de ayuda a la deficiencia auditiva ha elaborado un documento de buenas prácticas para que los locales se conviertan en ‘acústicamente amables’, mediante unos determinados criterios de evaluación.
Su objetivo, según cuentan, es mejorar el confort acústico del establecimiento, así como el bienestar de las personas, en especial aquellas que tienen problemas de audición.
Para cada tipo de ruido una solución
Los ruidos que proceden del exterior tienen una sencilla solución mediante técnicas de aislamiento. Muchas de ellas no son tan costosas como se piensa y se pueden evitar con acciones sencillas como puertas dobles, cortinas en las ventanas o dejar un hall de separación entre el exterior y el local.
El confort acústico del interior del restaurante se consigue evaluando las fuentes de sonido. En este escenario los trabajadores del local tienen mucho que aportar. A la hora de colocar los platos, abrir cajones e incluso al servir se tiene que prestar especial atención para evitar producir ruido.
Asimismo, si el volumen de la radio o la televisión están demasiado altos favorecerá que los clientes alcen la voz.
La distribución de las mesas del local también es un factor a tener en cuenta por el llamado ‘efecto café’. Si éstas están demasiado juntas lo que se consigue es que nos se escuchen las propias conversaciones y, de nuevo se alce, la voz.
Otros ruidos en los que la acción humana no interviene es más difícil y costoso ponerles remedio. Las instalaciones de climatización, como calefacciones o aires acondicionados, fontanería o ascensores, bien por un fallo o por su antigüedad , producen ruidos que solo pueden evitarse cambiando la instalación o insonorizando la sala.
¿Cumplo los requisitos?
La Asociación Clave, lucha por conseguir que la variable ‘confort acústico’ esté presente en las valoraciones y críticas de restauración. Este es el modelo de ‘examen’ que proponen.