Hasta el 20% de las consultas de otorrino en asistencia primaria se producen por la acumulación de cerumen en el oído. Lo que sitúa esta afección entre las más frecuentes por hipoacusia, llegando a afectar al 5% de los adultos sanos. Esta alta incidencia hace imprescindible conocer este problema para evitarlo y poderlo tratar a tiempo.
El cerumen o cera ótica es un compuesto de secreciones de dos glándulas (la ceruminosa y las sebáceas) junto con “epitelio escamoso exfoliado”. Esta tiene la misión de ser el mecanismo de autolimpieza. Es decir, proteger al conducto auditivo externo de agentes extraños como insectos, polvos o bacterias, además de evitar la irritación de la piel y repeliendo el agua.
¿Por qué falla el mecanismo de autolimpieza?
La producción de cera varía de unas personas a otras, incluso de unas razas a otras, incluso depende de factores estacionales o la edad del individuo. Factores externos como una mayor exposición a ambientes más sucios, la introducción de elementos como tapones o auriculares, ponen el alerta este mecanismo de autolimpieza y se comienza a segregar un mayor exceso de cera.
Asimismo, ciertas deformaciones anatómicas como conductos estrechos o angulados, dificultan la evacuación natural.
En todos estos casos esta secreción adicional tiende al endurecimiento, y ahí comienzan los problemas.
Consecuencias del exceso de cera
La hipoacusia transitoria y la falta de sensibilidad a ciertos sonidos son las consecuencias más habituales de la impactación del cerumen (exceso de cerumen en el oído) Pero incluso puede provocar secuelas fruto de infecciones y problemas de sociabilidad, sobre todo en personas mayores.
Como eliminarlo
Dependiendo del tipo de obstrucción del canal auditivo, se procederá a formas distintas de eliminación.Si únicamente el exceso de cera está en la entrada, con un pañuelo es la mejor manera de retirarla. También se utilizan difusores de agua marina u otros productos específicos.
Por el contrario, si el tapón de cera ya está conformado, y se tienen síntomas como dolor, acúfenos, pérdida auditiva y del equilibrio o mareos es necesaria la presencia de un especialista para extraerlo.
Para todas ellas se debe evitar la manipulación con bastoncillos, horquillas de pelo, tapas de bolígrafo. Estas maniobras, aunque ilógicas, son muy frecuentes. Según las estadísticas, el 90% de las personas las han practicado en algún momento de su vida. El resultado pasa por introducir más adentró el tapón además de erosionar las paredes del conducto auditivo favoreciendo una sobreinfección.