Aunque últimamente nos hemos centrado en la estación estival, es cierto que nuestros oídos requieren de cuidados durante todo el año. Si no queremos desarrollar problemas auditivos, la higiene no es suficiente.

Y es que los temas de audición no son sólo para personas mayores, sino que debemos tener cuidado durante toda la vida y al mínimo síntoma, consultar con un experto para poner solución antes de que el déficit vaya a más.

 1. 85 decibelios. Ese es el máximo volumen al que tendríamos que escuchar nuestra música. De no hacerlo, y estar expuestos con frecuencia a ese volumen, podríamos perder audición. Las nuevas tecnologías nos han regalado el hecho de poder ir con música en los oídos a lo largo del día, pero hay que ser precavido.

2. Introducir objetos en el oído. Aunque puede resultar extraño, hay personas que utilizan objetos pequeños para rascarse o quitarse el cerumen de los oídos. Es una mala práctica que nos puede llevar a serios problemas auditivos. Como ya os comentamos, el uso de bastoncillos de algodón tampoco está recomendado. 

3. La humedad, el enemigo del oído. Sobretodo si eres propenso a tener otitis, lo mejor es utilizar tapones especiales para el baño. Sea como sea, tras un baño hay que procurar que la cavidad auditiva no quede húmeda.

4. Infecciones y resfriados. Cuando sufrimos un resfriado fuerte o gripe, hay que tener especial cuidado con el oído, porque es más propenso a infecciones. Y las infecciones pueden ser la causa de pérdida de audición.

Como siempre, cualquier sobre exposición de nuestro aparato auditivo a un sonido constante puede suponer un problema.