La audición de los más pequeños suele revisarse por primera vez antes de que salgan del hospital, cuando acaban de nacer. Es un procedimiento protocolario para descartar problemas auditivos en el futuro. Pero después de eso, ¿cuándo debemos llevar a nuestro hijo a una primera revisión de los oídos?
Antes de los dos años el 50% de los niños padecen otitis media, una infección del oído que suele darse a causa de una infección de garganta. Este tipo de infecciones pueden agravarse cuando el pequeño entra a la guardería o en el colegio, por lo que hasta los cinco o seis años es común que las padezcan.
Lo que deja de ser común es que esas infecciones se vuelvan algo frecuente o no se acaben de curar bien porque el tratamiento no funciona. En ese caso es cuando debemos llevarle para una revisión y evitar así que afecte al desarrollo del lenguaje o a la manera de relacionarse con sus compañeros.
Otras señales que pueden indicarte que tienes que llevarle a su primera revisión son los problemas escolares como la falta de atención en clase y el consecuente mal rendimiento. Si el profesor o profesora te informa de que algo va mal, presta atención a otros comportamientos que puedan indicar un posible problema de audición.
Por ejemplo, si necesita que el volumen de los aparatos electrónicos esté muy alto, si hay que repetirle las cosas varias veces o, como decíamos, no cura bien las infecciones de oído, es el momento indicado para esa primera visita.