El oído humano es capaz de percibir sonido comprendido entre los 20 Hz (la frecuencia más grave percibida) y 20 000 Hz (la frecuencia más aguda que se percibe). A diferencia de otros animales nuestro nivel de audición es inferior, ya que disponemos de otras capacidades cognitivas para enfrentarnos al entorno que nos rodea. Las diferencias no solo radican en el propio sistema auditivo, sino también en la disposición y tamaño de las orejas.
El animal que es capaz de detectar frecuencias de sonido más altas en la naturaleza es la polilla de la cera, según investigadores de la Universidad de Strathclyde en Reino Unido. Hasta 300 kHz.
Otro de los animales con el sentido de la audición más sofisticado son los delfines. Pueden escuchar hasta siete veces más que los humanos, desde 20Hz a 150 KHz. Cuando están en la superficie lo hacen a través de pequeños orificios que tienen a ambos lados de la cabeza. En el fondo del mar escuchan a través de la mandíbula inferior que envía los sonidos subacuáticos a su oído. Estos tienen la capacidad de ecolocación debajo del agua, es decir generan señales sonoras que rebotan en los objetos y regresan a sus quijadas, y de ahí a sus oídos.
Al igual que ellos, los murciélagos utilizan este sistema para ubicarse en la oscuridad. La mayoría de las aves tienen los oídos situados detrás de los ojos.Son simples orificios protegidos por un repliegue que en algunas… como en las acuáticas es mayor para protegerse del agua. Su capacidad auditiva se sitúa en un rango de entre 50Hz y los 20 kHz
En los perros el alcance auditivo es de 10,000 a 50,000 Hz y pueden escuchar a una distancia cuatro veces superior que la de los hombres. De ahí el gran temor que estos tienen a los truenos.
Los gatos tienen todavía una capacidad mayor para registrar sonidos que los perros. Responden hasta 65.000 hertzios. En cambio su límite inferior es parecido al de un humano, en torno a los 30 hertzios.