Si en verano ir demasiado a la playa o a la piscina puede ser el principal enemigo de nuestro oído, las clases de natación que hacemos en invierno pueden afectarnos si no ponemos precaución.

A continuación, os damos algunas recomendaciones específicas para el caso de personas que practican natación de forma habitual:

  • Cubre tus orejas con el gorro de natación.
  • Si tienes una sensibilidad especial, protege tu canal auditivo con tapones de silicona. En Oír Vital tenemos tapones a tu medida que pueden venirte muy bien para estos casos.
  • Cuando acabes la actividad, seca la parte externa del oído. 
  • Tirarse de golpe a la piscina puede suponer un fuerte impacto para los oídos. Procura evitarlo en la medida de lo posible y entrar por la escalera.
  • Las personas con más cerumen son más propensas a padecer otitis. Y una vez más, recomendamos evitar el uso de bastoncillos de los oídos.  

Los síntomas de padecer una otitis de nadador son claros: picazón, dolor intenso de oído o dolor al tragar, sensación de tener el oído tapado, hinchazón y, en casos peores, supuración o zumbido en el oído y mareos o vértigo. Como siempre, en estos casos recomendamos acudir a un especialista y tratar el problema como es debido.