Estamos entrando en el verano, es nuestra estación favorita del año. Playa, vacaciones y concentración de fiestas populares en casi todas las localidades de nuestro país. Pero estas fiestas generalmente van asociadas a petardos y fuegos artificiales, una costumbre muy nuestra, pero que puede acabar causando problemas en nuestro oído.

Los fuegos artificiales pueden llegar a alcanzar más de 170 dB. Un adulto no debería someterse a más de 140 dB y esta cifra se reduce a 120 dB en los pequeños. Esto puede producir una pérdida temporal de audición o incluso la aparición de acúfenos.

Por esta razón, desde Oír Vital, hoy te damos una serie de consejos para disfrutar de todas las fiestas sin poner en riesgo tu salud auditiva:

En primer lugar, no pierdas de vista la distancia. Cuanto más alejado de los elementos pirotécnicos te encuentres, más protegidos tendrás tus oídos. Además, si tienes la posibilidad de admirar los fuegos artificiales desde fuera de la ciudad, disfrutarás de ellos con más intensidad.

En segundo lugar, si te encantan los fuegos artificiales de tu localidad y no te los quieres perder por nada del mundo, te recomendamos que utilices tapones específicos para el ruido o cascos protectores.

Si no tienes tapones o protectores auditivos a mano en ese momento, introduce un poco de algodón en la oreja, donde comienza el canal auditivo. Eso mitigará un poco el ruido.

Mantén a los más pequeños protegidos. Recuerda que su sistema auditivo aún no está desarrollado por completo y les puede causar un daño irreversible.

Si estás en casa, procura cerrar puertas y ventanas para que el ruido no haga efecto en tus oídos. Esta premisa es clave si tienes bebés o animales de compañía a los que les afectan mucho los ruidos (por ejemplo los perros).

Si después de haber asistido a un espectáculo de fuegos artificiales, notas cualquier efecto en tus oídos, como pitidos o dificultades para escuchar, es importante que acudas a tu especialista a la mayor brevedad posible.