La otitis media es uno de los problemas auditivos que más puede afectar a los niños y que, si no se cura como es debido, puede llevar a una pérdida de audición progresiva. Con frecuencia, el tratamiento ‘tradicional’ es esperar a ver si la otitis se pasa o llevar al pequeño al médico y que le receten antibióticos o antihistamínicos.

El equipo de investigación dirigido por el Doctor Ian Williamson, profesor de la Universidad de Southampton, afirma que en estos casos «los antibióticos, los antihistamínicos, los descongestionantes y los esteroides intranasales son inefectivos y conllevan efectos secundarios no deseados, y por tanto no se pueden recomendar».

Durante el verano se ha probado un tratamiento para los casos en los que la otitis es persistente y finalmente se desarrolla una pérdida de audición. Se trata de un balón nasal para niños entre de 4 a 11 años. Funciona de la siguiente manera: se respira por la nariz dentro de una boquilla y se infla el globo, lo que ayuda a limpiar los oídos.

Precisamente es el Dr. Williamson quien ha estado a cargo del período de prueba del balón nasal. Se ha llevado a cabo con 320 niños que confirmaron tener los fluidos característicos de la otitis media. 

A los pequeños se les asignó al azar utilizar el balón tres veces al día durante uno a tres meses, o la atención estándar. El resultado para los primeros fue positivo. Pasado un mes de tratamiento, del 36% al 47% fueron más propensos a tener una presión normal en el oído medio, y pasados los tres meses, del 38% al 50% presentaban una mejoría.

«La autoinflación es simple, es un procedimiento barato que le puedes enseñar a tus hijos con unas expectativas razonables de que los cumplan», afirma el Dr. Williamson.

Un nuevo avance en la buena dirección, que esperaremos a ver si se confirma su efectividad para mejorar la vida de los más pequeños.