La mayoría de los casos de pérdida de audición se desarrollan de forma gradual de tal modo que los síntomas acostumbran a ser difíciles de reconocer. El paso inicial en el tratamiento de la alteración de la audición es percatarse de que existe un problema, y normalmente acostumbra a llevar cierto tiempo admitir que se sufre una pérdida de audición.
Hay bastantes síntomas que pueden indicarnos que tenemos algún problema de audición, pero la gran mayoría son detalles de la vida cotidiana que comienzan a ser verdaderos suplicios si no pones un remedio rápidamente. Por esta razón, si experimenta alguno de los próximos síntomas, debería ponerse en contacto con su médico de familia o un médico profesional en audiología y efectuarse una prueba.
12 Síntomas de pérdida de audición
- Le da la impresión que las personas estuvieran hablando entre dientes
- Le resulta muy difícil escuchar la televisión cuando está a un volumen, que para la gente que le rodea, es normal
- Le dicen que la televisión tiene un volumen demasiado alto
- Dificultades para escuchar a alguien cuando le llama desde detrás o bien desde otra habitación (cuando no tiene contacto visual directo)
- Dificultades para comunicarse en un grupo pequeño de personas, por ejemplo, en reuniones
- Dificultades de comunicación en entornos ruidosos, por servirnos de un ejemplo en un vehículo, un autobús o una celebración
- Últimamente nunca escucha las cosas a la primera y tiene que pedir al resto que se lo repitan
- Ya no oye pequeños detalles como el tic-tac del reloj, el agua corriendo o los pájaros cantando
- Contrariedades para escuchar el timbre de la puerta o el teléfono
- Simplemente los que le rodean, su familia, compañeros y amigos dicen que puede estar sufriendo una pérdida de audición
- Debe leer los labios de las personas que le hablan
- Siente que debe concentrarse verdaderamente para oír a alguien hablar o bien susurrar
Un pequeño problema que se puede hacer mucho más grande si no ponemos solución.
Además, si padece pérdida de audición, puede sentir que su vida social también está sufriendo debido a las dificultades de audición y comunicación. Puede verse tentado incluso a evitar las reuniones sociales y otras situaciones sociales en las que corre el peligro de malinterpretar algo o no escuchar los que otros dicen.
Pero la realidad es que no hay que llegar al punto de tener ese problema social, sino que hay que olvidarse de prejuicios y ponerse en manos de profesionales cuanto antes, para que la falta de audición no vaya cada vez a más y puedas vivir con total normalidad.