En estas fechas (invierno), la incidencia de procesos como la gripe o el resfriado es la mayor de todo el año. Sabemos que no existe un método milagroso para librarnos de estos males; además, si no tenemos otras dolencias que puedan agravarlo, en ambos casos es cuestión de reposo, líquidos y paciencia.

La nariz y los oídos se encuentran comunicados por dentro a través de un conducto llamado trompa de Eustaquio. Es por ello que cuando tenemos mucosidad, es muy probable que también sintamos molestias y dolor en los oídos por resfriado o gripe. Generalmente, este proceso durará unos pocos días y es totalmente reversible.

Si el catarro afecta a las vías respiratorias altas se puede llegar a producir un exceso de moco en los senos tal que obstruye la trompa de Eustaquio (el conducto que comunica la cavidad bucal con el oído). Al reducirse o limitarse por completo su función drenante se produce una inflación del oído medio, que unida a la acumulación de moco produce la llamada otitis serosa. Las consecuencias: dolor de oído, taponamiento ótico, sensación de plenitus ótica, es decir, notar un cuerpo extraño, escuchar eco o hipoacusia.

¿Qué puedo hacer para disminuir el dolor de oído por resfriado o gripe?

Su tratamiento pasa por mascar chicle para destaponar la zona, corticoide intranasal y antistaminico para reducir la hinchazón y que el moco drene.

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En el caso de la otitis serosa, la prevención se basa en que en estados de catarro el individuo aumente su hidratación bebiendo líquido y se haga lavados de suero nasal para expulsar el exceso de moco por la nariz y evitar el taponamiento de la trompa de Eustaquio.

Asimismo, un catarro puede complicarse con una invasión bacteriana o vírica de la trompa de Eustaquio produciendo una otitis media bacteriana o vírica. Las bacterias y virus se acumulan en el exceso de moco de dicha zona y el organismo intenta combatir su presencia. En este caso la zona comienza a segregar pus. El malestar, el dolor de oídos y la fiebre son sus principales síntomas.

Debido a la dificultad de diferenciar si la purulencia está ocasionada por un virus o una bacteria, su tratamiento se basa en la prescripción de antibióticos.

En los casos descritos, otitis serosa y bacteriana/vírica, los bebés y niños son el principal grupo de riesgo. Su disposición de la trompa de Eustaquio, situada más horizontal que en un adulto, hace más difícil la natural expulsión del moco. Es por ello que en este grupo de edad se debe prestar especial atención en los estados gripales y catarrales y el dolor de oído que se produce.

Existen varios tipos de otitis, aunque nosotros nos vamos a centrar en las más comunes:

Otitis media: inflamación del oído medio, el cual se encuentra localizado justo detrás del tímpano. Esto produce que sintamos hipoacusia, pero sin dolor.

Otitis aguda: si el líquido del oído medio llegase a infectarse, es cuando se produce un dolor intenso de oídos y a menudo supuración.

Otitis externa: es la que suele producirse por nadar o bañarse en aguas que estén sucias, aunque también puede producirse debido a una exposición prolongada al agua clorada o el mal uso de bastoncillos. Causa dolor, taponamiento y casi siempre, supuración.

¿Qué podemos hacer para prevenir problemas auditivos durante un resfriado o una gripe?

  • En primer lugar, acudir a nuestro médico. Él será quien mejor pueda valorar nuestro estado, si necesitamos alguna medicación adicional o si es necesario remitirnos al especialista.
  • Beber mucho líquido. El líquido nos ayudará a eliminar la mucosidad, y así evitaremos que pase al oído medio.
  • Puede ayudar masticar chicle para evitar la sensación de taponamiento (o bostezar, tragar saliva…)
  • Inhalar vapor (que puede contener o no algún tipo de sustancia mentolada). El vapor hará que el drenaje de nuestros oídos se haga con mayor rapidez.
  • Evitar el humo del tabaco o la exposición a la contaminación.
  • Realizar gárgaras puede ayudar a descongestionar, y por tanto, a aliviar nuestras molestias de oídos.

En cualquier caso, si el dolor persiste más de unos días o notamos que nuestros oídos supuran o sangran, es conveniente visitar a nuestro especialista para evitar males mayores.

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La Trompa de Eustaquio: Un Enlace Clave

La trompa de Eustaquio conecta la nariz con el oído medio, permitiendo que la presión se equilibre entre ambos. Durante una gripe o resfriado, la inflamación y la mucosidad pueden bloquear esta conexión, causando molestias y, en algunos casos, conduciendo a otitis media serosa.

Síntomas a observar

Los síntomas incluyen dolor de oído, sensación de oído tapado, dificultad para escuchar, y en algunos casos, zumbidos. Estos signos deben alertarnos sobre la necesidad de prestar atención a nuestra salud auditiva, especialmente durante y después de un episodio de enfermedad respiratoria.

Prevención y Tratamiento: Cuidados Durante la Gripe o el Resfriado para evitar el dolor de oídos.

Mantener una Buena Hidratación

La hidratación es fundamental para diluir la mucosidad, evitar los oídos tapados, facilitando su drenaje y reduciendo la presión en el oído medio.

Uso de Lavados Nasales

Los lavados nasales pueden ayudar a mantener las vías respiratorias libres de mucosidad, previniendo los oídos tapados por gripe o resfriado y la obstrucción de la trompa de Eustaquio.

Consulta Médica y Tratamientos

En caso de infección o complicaciones, es crucial consultar a un médico. Los antibióticos y otros tratamientos específicos pueden ser necesarios para tratar la otitis serosa y otras afecciones relacionadas.

La Importancia de la Detección Temprana y prevenir dolores de oídos por gripe o resfriados.

Reconocer los Síntomas

Reconocer los síntomas tempranos y actuar rápidamente puede prevenir complicaciones mayores y dolores de oídos por resfriados o gripes y proteger nuestra salud auditiva.

Consulta con Especialistas

La evaluación por un especialista en audiología o un otorrinolaringólogo puede ser esencial para diagnosticar adecuadamente cualquier problema auditivo y determinar el mejor curso de acción.

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Un Enfoque Integral para la Salud Auditiva

La gripe y el resfriado no solo afectan nuestra capacidad para respirar libremente sino que también pueden tener un impacto significativo en nuestra salud auditiva. Tomar medidas preventivas, reconocer los síntomas a tiempo, y buscar atención médica adecuada son pasos cruciales para proteger nuestros oídos y mantener una buena calidad de vida.

Consulta a los Expertos de Oír Vital

Concluir este tema sobre cómo la gripe y el resfriado afectan a nuestros oídos nos recuerda la importancia de cuidar nuestra salud auditiva. Si experimentas síntomas persistentes o molestias en los oídos después de una gripe o resfriado, podría ser el momento de consultar con un profesional. En Oír Vital, contamos con especialistas que pueden ayudarte a evaluar tu situación auditiva y ofrecerte soluciones personalizadas. No dejes que los problemas auditivos afecten tu calidad de vida. Contáctanos hoy para una evaluación auditiva gratuita y da el primer paso hacia una mejor salud auditiva.