Es fundamental mantener el audífono en perfectas condiciones de salubridad y limpieza para una correcta recepción del sonido. Uno de los mayores agentes que se deben evitar es la acumulación de cerumen. Es recomendable hacer una limpieza diaria del mismo con el fin de prevenir la acumulación de partículas que puedan entorpecer el funcionamiento del audífono.

Veremos unas pautas para la limpieza de los audífonos BTE/ retro-auricular. Estos audífonos se alojan por detrás del pabellón auricular y se adaptan al conducto auditivo mediante un molde a medida.

Se deben separar ambas partes: el audífono por un lado y el molde por otro. El molde tiene unos pequeños agujeros que están en permanente contacto con el conducto auditivo.

Con una aguja de plástico especial para limpiar el canal de ventilación (venting), se irá sacando la cera de los agujeros, destapando de este modo el conducto por el que sale el sonido. Con una gamuza suave y un spray específico, se frotará suavemente el resto del audífono para así eliminar los restos de suciedad o humedad que pudiera haber. Recuerde que no debe usar productos indicados para otros propósitos, como jabones, productos con alcohol  o toallitas de bebé. Para finalizar se cepilla suavemente con un cepillo adecuado, sin presionar.