En Oír Vital velamos por la salud de tus oídos y de vez en cuando nos gusta dar algunos consejos y recomendaciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que en el mundo hay unos 360 millones de personas con pérdida de audición. La mitad de esta población sufriría estos problemas por acciones directas de las personas.

Por eso, hoy os hacemos una lista de esos malos hábitos que podemos evitar para no perjudicar nuestra salud auditiva.

1. Escuchar música con volumen elevado: Lo hemos dicho en incontables ocasiones. Esta es una de las causas principales por las que nuestro oído se puede ver afectado a largo plazo. Y con la aparición de nuevos dispositivos portátiles gracias a los cuales podemos escuchar música a todas horas, este problema se agrava si no controlamos el volumen.

El ruido de la música afecta de forma directa en la capacidad auditiva, así que debemos escucharla pero siendo muy conscientes.

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2. Fumar: Este hábito afecta a los pulmones y al corazón, pero también puede provocar problemas auditivos a medio y largo plazo. Cuanto más tiempo llevemos fumando, más afectada se puede ver nuestra audición.

3. La contaminación acústica: el ruido del tráfico, por ejemplo, puede provocar un impacto negativo en los canales auditivos. Este ruido es inevitable, pero tampoco tiene por qué ser grave si no estamos expuestos  a él durante gran parte de nuestro día.

4. El secador de pelo: Una vez más, el ruido que emite este aparato eléctrico puede afectar a nuestros oídos a largo plazo.

5. Limpiar nuestros oídos con bastoncillos: Si sigues haciéndolo, es porque no has leído este post. 

6. Exceso de peso: hay estudios que demuestran que las personas con obesidad tienen más posibilidades de desarrollar un problema de audición en el futuro.

7. Consumo de alcohol: Si se hace en exceso, puede provocar un daño en la corteza auditiva central del cerebro y reducir así el volumen cerebral.

8. Consumo de ciertos medicamentos: La OMS también ha determinado que el consumo frecuente de algunos medicamentos como antibióticos, antipalídicos e incluso algunos indicados para tratamientos de cáncer puede afectar al oído interno.

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Como veis, son malos hábitos que pueden controlarse fácilmente. No siempre es posible dejarlos de lado, pero sí regularlos para que las consecuencias no sean negativas.