Se acercan días festivos y días de regalar, sobretodo a los más pequeños. Por eso desde Oír Vital queremos concienciar a las familias para que no pidan juguetes muy ruidosos a los Reyes Magos, que pueden perjudicar a la salud auditiva de los más pequeños.
Y es que los juguetes que superan los 80 decibelios pueden causar lesiones en el aparato auditivo por eso es importante enseñarles a usar esos juguetes de la forma más adecuada. La exposición prolongada a los ruidos excesivos e intensos puede provocar lesiones irreversibles. La Asociación americana Sight and hearing elabora todos los años una lista con los juguetes más ruidosos. En este enlace podéis encontrar los de 2o15.
Se trata de una lista en la que de los 20 juguetes, 16 superan los 85d dB. Evidentemente la pérdida auditiva no se produce al exponerse a juguetes como estos solamente un día, sino que se produce de forma gradual.
Lo mejor antes de comprar un juguete que produce ruido es escucharlo. Si a nosotros como adultos nos parece que el volumen es demasiado alto, también lo será para el pequeño. Pero si aún así ese juguete es el que el niño quiere, podemos tomar varias medidas para amortiguar el ruido:
- Bajar el volumen en el caso de los que tienen control de volumen.
- Utilizar juguetes ruidosos solo en exteriores.
- Cubrir la salida de audio con cinta adhesiva para amortiguar el sonido.
- Evitar que se lleven el juguete al oído.
Tomando estas medidas y comprando regalos responsables, estamos cuidando la audición de los más pequeños de la casa.