El ritmo de vida, los plazos en el trabajo, el tráfico, las reuniones familiares, las prisas… son factores que pueden hacer que nos sintamos con mucho más estrés o ansiedad del recomendable. Pero ¿sabías que esto también puede afectar a tu oído?

Los acúfenos, también conocidos como tinnitus, pueden aparecer como consecuencia  del estrés, la ansiedad, el cansancio o un estado nervioso que se alarga en el tiempo. Suelen ser ocasiones en las que las personas sufren una serie de circunstancias en las cuales la tensión emocional es fuerte y complicada y pueden hacer que los tinnitus duren desde unos minutos a unos días.

También se producen estas molestias en los oídos debido a que si la persona se encuentra estresada o con mucha ansiedad, suele tensar los músculos faciales y de la boca, provocando que haya mucha presión interna que afecte a los oídos. También se produce en personas que “rechinan” los dientes por la noche o que padecen de bruxismo, pues los músculos de la cara están relacionados con los de los oídos. Aproximadamente, un 15% de tinnitus diagnosticado se corresponde a problemas de articulación temporomandibular (bruxismo).

La falta de descanso también provoca que aparezcan acúfenos, que pueden presentarse no solo como pitidos, sino también como si escuchásemos martillazos o metales chocando entre ellos.

Por todas estas razones, es muy importante saber identificar las causas y síntomas de acúfenos, que pueden ser diversos de paciente a paciente. Diversos estudios médicos realizados demuestran la correlación existente entre el grado de molestia de los acúfenos o tinnitus con el grado de ansiedad o depresión que pudiera estar sufriendo el paciente en un momento dado.

Para evitar estas molestas sensaciones, se recomienda llevar un estilo de vida saludable, dormir adecuadamente, realizar algo de ejercicio y si notamos que las sensaciones empeoran, acudir siempre a nuestro profesional de la salud, que será quien nos pueda ayudar.