3 factores que pueden influir en la producción de cerumen

¿Tus oídos producen mucho cerumen y no estás seguro/a que de que sea normal? ¡Este post es para ti!

Como hemos mencionado en algún post anterior, el cerumen no suele ser nada malo. Es una parte normal de un oído sano y funcional, ya que protege y lubrica el canal auditivo.

Sin embargo, de vez en cuando, la producción de cerumen puede ir un poco por la borda.

Al principio, esta sobreproducción de cerumen puede provocar una alteración temporal de la audición, picores e incluso acúfenos. Si no se controla, puede llegar a dañar permanentemente el oído. Para entender el tratamiento de esta condición, primero tenemos que echar un vistazo a las causas.



Limpieza excesiva o inadecuada

Lo hemos dicho antes, y lo diremos de nuevo. No uses bastoncillos de algodón, objetos extraños, velas para los oídos, aceites esenciales o cualquier otra cosa en tu oído. Este tipo de métodos puede parecer que funcionan al principio, pero después pueden tener consecuencias. En primer lugar, objetos como los bastoncillos de algodón pueden causar pequeñas lesiones e incluso perforar el canal auditivo. Y ni siquiera vamos a entrar en el tipo de daño que pueden causar las velas de oído y los productos químicos.

En segundo lugar, cuando se introduce un objeto en el oído para eliminar la cera, puede desencadenar que las glándulas sebáceas produzcan más, lo que anula todo el propósito.

No sólo los métodos de limpieza inadecuados pueden causar problemas. Ser demasiado agresivo con las soluciones de limpieza de venta libre o aprobadas por los médicos también puede eliminar demasiada cera y provocar una producción excesiva. Así que asegúrate de leer las instrucciones y tomar en serio las advertencias.

Alérgenos y respuestas al estrés

El polen irrita algo más que los senos paranasales. La exposición a los alérgenos también puede causar estragos en las glándulas sebáceas. Cuando el aire se llena de nubes de alérgenos, las partículas suelen crear irritación en el oído. Esto, a su vez, puede provocar la sobreproducción de cerumen.

Las partículas que pueden desencadenar esta respuesta incluyen

  • Caspa de animales
  • Polvo
  • Polen
  • Esporas de moho

El cuerpo también puede producir cerumen en exceso como respuesta al estrés. Por desgracia, sobre todo en los últimos tiempos, el estrés es más o menos inevitable. Por supuesto, no está garantizado que las glándulas sebáceas se vuelvan locas, ya que el estrés afecta a cada persona de forma diferente, aunque si tienes una piel naturalmente grasa, es más probable que estés en riesgo.

Estímulo por contacto

Se cree que el estímulo por contacto, a menudo causado por objetos que entran en contacto con la piel sensible del oído externo (donde se produce el cerumen), desencadena la sobreproducción. Un audífono, por ejemplo, podría desencadenarla al moverse y desplazarse con el oído a lo largo del día. Dado que no se puede dejar de utilizar el audífono, lo mejor que se puede hacer es mantenerlo libre de exceso de humedad y lo más limpio posible.

Hacer ejercicio con auriculares o usar auriculares en el trabajo también puede desencadenar la sobreproducción de cerumen al atrapar el sudor o los residuos en el oído.

En resumen, para la mayoría de las personas, el cerumen es una parte ordinaria y sin importancia de su día a día. Para otros, puede ser una espina constante en su lado, haciendo que continuamente busquen métodos por los que podrían calmar sus glándulas sebáceas hiperactivas.

Dado que no se puede controlar la cantidad de cerumen que se produce, lo mejor es mantener los oídos tan limpios como sea posible, y hablar con un otorrinolaringólogo de vez en cuando.