Existe un gran número de personas afectadas por una pérdida de audición que no se ayudan de un audífono para mejorar su capacidad auditiva. Pacientes que incluso diagnosticados mediante un estudio audiométrico escapan de este apoyo fundamental para desarrollar su vida diaria con plena autonomía y bienestar.
El problema, como hemos explicado en post anteriores es que existen una serie de mitos erróneos entorno a los audífonos que retrasan su colocación por vergüenza y miedo al qué dirán. Para combatir la inseguridad planteamos una serie de cuestiones que les harán cambiar de opinión.
En los casos en los que la hipoacusia no es severa (capacidad audible entre 25 y 30 dB) la persona trata de acostumbrarse. ¿Es posible? Estas personas tienen gran dificultad para escuchar susurros o ciertos matices del sonido ambiente. Por ello evitan este tipo de situaciones, se acercan demasiado al interlocutor o hacen los despistados. En realidad solo se engañan a sí mismos. Cuando el umbral auditivo es más acusado, entre los 40-69 dB, el esfuerzo de ocultación es todavía mayor.
En estos casos, las personas tienden a aislarse. De ahí a que un alto porcentaje de estas personas sufran episodios de ansiedad y depresión.
Bajo la falsa creencia de que la pérdida auditiva leve o moderada no es discapacitante, el enfermo renuncia progresivamente a escuchar ciertos sonidos, como el agua, los pájaros, el viento o el timbre de la puerta. Si uno se parte una pierna no se quedará en casa de por vida, en cambio ellos renuncian a no oír.
¿Por qué no probar los audífonos?
Una sola prueba con un audífono les hará cambiar de opinión y darse cuenta de lo que se están perdiendo.
El Audioprotesista junto con el paciente eligirán el Audífono que más se ajusta a sus necesidades. Primero se valora el tipo de pérdida, su entorno de vida ( trabajo, social, familiar) y la predisposición del paciente.
Segundo, se procede a la indicación del audífono. Una vez valorado los factores anteriores, se elegirá en función de la pérdida del paciente, la estética y las prestaciones del mismo. Así seleccionaremos entre las tres gamas existentes: ITE, RITE y BTE.